El déficit de atención o TDAH es un trastorno caracterizado por la dificultad de mantener la atención y concentración a causa de hiperactividad e impulsividad. En edad escolar, afecta a 3 o 4 niños de cada 100, con mayor frecuencia en varones (3 a 5 hombres por 1 mujer).
Esa incapacidad de mantener la atención y quedarse quietos, hace que los niños con esta condición enfrenten obstáculos que la mayoría de los estudiantes no. Afectando su rendimiento académico y reduciendo sus oportunidades de éxito.
Aun así, tras diagnosticarse, con ayuda de tratamientos y actividades educativas; un niño con TDAH puede cubrir las competencias escolares de acuerdo a su edad y nivel escolar. Todo dependerá de aplicar las correctas herramientas de aprendizaje.
A continuación te enseñamos algunas actividades educativas y divertidas que perfectamente ayudarán a mejorar la educación de tu pequeño.
Educar a un niño con déficit de atención
La educación de un niño con TDAH requiere de adaptaciones ambientales y metodológicas diferentes al del resto de los niños. Esto no quiere decir que se va a modificar el nivel de exigencia, solo es necesario modificar las condiciones de enseñanza.
Por ejemplo, dentro del aula de clase, es recomendable que los niños con déficit de atención mantenga las siguientes condiciones:
- Cercanía al profesor o profesora para facilitar el contacto visual, la supervisión de las tareas y las distracciones.
- Sentarlo entre compañeros que le ayuden, le guíen en las tareas y le sirvan de modelo.
- Organizar el espacio del aula, creando espacios para el trabajo individual o en grupo. Incluso lugares donde trabajar de pie o en el suelo.
- Utilizar cada espacio en función de las actividades y objetivos que se quieran alcanzar.
- Retirar del campo visual cualquier estímulo que pueda convertirse en distracción (mapas, carteles, decoraciones, etc).
- Sentar al niño en un sitio con el mínimo de interacciones posibles. Preferiblemente en la parte delantera del salón, alejado de la puerta, ventana, papelera, etc.
El método de enseñanza también debe seguir algunas condiciones específicas. Algunas de ellas son:
- Proponer actividades significativas relacionadas con conocimientos previos o su vida cotidiana.
- Realizar actividades que requieran la participación activa. Preferiblemente cortas y en formatos simplificados que eviten el exceso de información y requiera atención sostenida que pueda provocar aburrimiento.
- Propiciar actividades que estimulen el trabajo en conjunto entre el niño y el maestro.
- Fomentar el aprendizaje didáctico.
- Brindar pistas visuales que le permitan organizarse. Por ejemplo, láminas con dibujos.
- Dedicar tiempo a reconocer el estilo de aprendizaje del niño o niña.
- Progresivamente ir introduciendo nuevos elementos metodológicos que faciliten y motiven el aprendizaje.
- Realizar descansos cada 20 minutos o cuando se estime que ha bajado la motivación.
10 Actividades educativas y divertidas para niños con TDAH
Las actividades educativas que te proponemos están orientadas principalmente para trabajar su atención. De igual forma, pueden ayudar a desarrollar sus capacidades motrices, visuales y a controlar la hiperactividad.
Para que el niño o niña cumpla con éxito y a totalidad cada uno de los juegos, te aconsejamos que al momento de dar las instrucciones sigas los consejos que enlistamos a continuación:
- Exprésate con un tono de voz emocionalmente neutro y totalmente informativo.
- Mantén la proximidad física y el contacto visual a la hora de hablarle.
- Detalla las instrucciones de forma clara, concreta y precisa.
- Utiliza un lenguaje positivo. Procura manifestar únicamente lo que debe hacer, evitando decir lo que no debe hacer. Por ejemplo: “por favor habla en voz baja” en vez de “no grites”.
- Al cumplir con la actividad debes elogiar inmediatamente.
1. Encuentra las vocales
Esta actividad consiste en presentar al infante una hoja con una lista de diferentes letras. Dentro de ellas deben incluirse de forma desordenada las vocales “a” y “e”.
Se deben ubicar las vocales y encerrar en un círculo de color rojo las “a” y en azul las “e”. Se mide el tiempo que le toma terminar el juego y se alienta a, en cada nueva oportunidad, batir su propio récord.
2. La tortuga y el caparazón
Es un juego orientado a practicar la relajación muscular progresiva. Consiste en pedir al participante que se tumbe boca abajo sobre el piso. Una vez allí, debe moverse como una tortuga dentro de su caparazón, escondiendo la cabeza y las patas.
Realizando lo anterior, pondrá en tensión los músculos de cuello, brazos y piernas. Ahora se le dirá que ha salido el sol y la tortuga debe despertar. Entonces, muy despacio, asomará la cabeza y estirará las extremidades para relajarlas.
3. El juego de las estatuas
Lo único que necesitas es un reproductor de música. Consiste en poner música y hacer que el niño se mueva de forma individual por todo el lugar. Se debe alentar a bailar, mover sus brazos y caminar por todo el espacio. Una vez detengas la música, el pequeño debe quedarse inmóvil en su última posición de baile, sin moverse hasta que reinicie la música.
Como en este juego los niños deben estar atentos a sus movimientos, la música y la posición para evitar moverse, es recomendable para la atención dividida.
4. El intruso
En esta actividad se exponen un grupo de cuatro imágenes de las cuales 3 se relacionan entre sí y una no. El participante debe identificar cuál imagen no es coherente con el resto.
Por ejemplo, le mostramos cartulinas con figuras de una flor, un árbol, un pájaro y un lápiz. Tu hijo deberá identificar cuál de las figuras anteriormente expuestas no corresponde al grupo de elementos similares. En este caso, el lápiz sería el intruso, ya que, el resto trata sobre la naturaleza y el lápiz no.
5. Memorice
Es el popular juego de memoria donde se ubican parejas idénticas. En esta actividad es importante motivar a los niños. De igual forma, ir aumentando la dificultad con cada nueva sesión del juego. Puedes, por ejemplo, agregar mayor cantidad de filas.
6. Diferencias
Para este juego vas a mostrarle dos imágenes parecidas que tengan pequeñas diferencias entre una y otra. Los niños deberán identificar y cuantificar la cantidad de diferencias que hay entre ambas imágenes.
Es recomendable que los acompañes mientras realizan esta tarea. Tu deber es fijarte cuánto tiempo le tomó encontrar las diferencias y, en caso que demore, darle pistas y evitar que se frustre.
7. Construcción
Los juegos de construcción son ideales para trabajar la atención, las instrucciones y la memoria. Ellos consisten en objetos que deben construirse siguiendo unas pautas e instrucciones específicas.
Estos los puedes conseguir en las jugueterías (como los Lego por ejemplo)
8. Cuentos y canciones
Tomaremos un cuento y lo leeremos. Al terminar, haremos preguntas sobre los personajes, el argumento, lo que más les ha gustado, cómo terminó la historia, como empezó, etc.
Lo mismo se puede hacer con una canción. Trabajar recordando que decía, quién la cantaba, cuál era el coro, etc.
9. Unir con puntos
Teniendo en cuenta hasta qué número conoce y sabe contar el niño, se da una hoja con puntos enumerados. Tu hij@ tendrá que unirlos siguiendo el orden de los números para, al final, formar una figura.
Debes tratar de que la imagen a formar este relacionada con algo del interés de ellos. Por ejemplo, su dibujo animado favorito.
10. Verdadero o falso
Vas a hacer una lista con afirmaciones o frases ciertas y falsas. Por ejemplo “el cielo es color morado”, “el suelo es donde caminamos” o “los gatos ladran y los perros maúllan”.
Tomas la lista y comienzas a leer en voz alta. El alumno debe contestar si es verdadera o falsa con una consigna. Si es verdadero aplaude dos veces, si es falso una sola vez.
¡Pon en práctica estas actividades y comparte junto a tus hijos!
El déficit de atención es una condición que afecta la capacidad de concentración de los niños. Esta característica dificulta el aprendizaje, generando deficiencias en su desempeño escolar.
Por suerte se trata de una condición tratable donde serán de gran ayuda las actividades y metodologías usadas para su enseñanza. Puedes probar con cualquiera de las que hemos descrito o solicitar asesoría especializada con uno de nuestros profesionales en psicopedagogía.
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