Enseñar nunca ha sido un trabajo sencillo. Y es que el educador tiene en sus manos una gran responsabilidad. Para los profesores de matemáticas tampoco ha sido fácil. Más allá de las dificultades que pueden plantear los números y sus cálculos para algunas personas, a lo largo de los años el modelo de enseñanza de esta asignatura ha cambiado tanto que aprender matemáticas se ha convertido en todo un arte.
El aprendizaje de las matemáticas en el siglo XIX era muy diferente de cómo es ahora. Para aquella época apenas comenzaban a aparecer los libros de texto y las herramientas como la pizarra. No había manera de imaginar la aparición de herramientas como la calculadora o las computadoras. Pero, ¿cómo llegamos al método actual de enseñanza de las matemáticas? Descubre qué pasó desde mediados del siglo XX.
La matemática moderna de los años 60 y 70
En los últimos dos siglos la enseñanza de las matemáticas ha evolucionado enormemente. Pero para no remontarnos a una época tan antigua, vamos a contar lo que sucedió entre los años 60 y 70. Este periodo trajo consigo un movimiento de renovación para avanzar hacia la ‘matemática moderna’.
Esto implicó una transformación en la enseñanza, en especial en lo relacionado con los contenidos. Por ejemplo, se le dio mayor importancia al álgebra y a la geometría elemental y la intuición espacial sufrió un gran detrimento. Estos cambios no funcionaron tan bien como se esperaba y, por ello, en los años posteriores muchos notaron que no habían sido decisiones acertadas.
Dados los inconvenientes que se presentaron con la introducción de la llamada ‘matemática moderna’, entre los años 70 y 80 la comunidad matemática internacional inició una discusión para afrontar, de la forma más adecuada, los nuevos retos de la enseñanza.
Procesos de pensamiento matemático: un nuevo enfoque
Hoy en día, una de las tendencias generales respecto a la educación matemática tiene que ver con la transmisión de los procesos de pensamiento propios de la matemática. Por esto, se ha dejado de lado la idea de la simple transferencia de contenidos, para enfocarse en los procesos mentales de resolución de problemas.
Teniendo en cuenta que la matemática es una ciencia en la que el método predomina sobre el contenido, es fundamental darle al primero la importancia que merece. Y es que, a diferencia de los contenidos, los procesos de pensamiento no se vuelven obsoletos con tanta rapidez. Por lo tanto, éste es el tipo de enseñanza más valiosa que se puede proporcionar a los jóvenes. Más que solo contenidos, se necesitan técnicas y estrategias de pensamiento.
Aún así, cada día los profesores de matemáticas continúan buscando opciones que les permitan enseñar la asignatura de una manera más eficaz. Uno de los desafíos que se han planteado es el de conectar los ejercicios matemáticos con la vida. De esta manera buscan luchar contra la idea de que las matemáticas están desconectadas del día a día.
Uno de los retos de los docentes también es enseñar matemáticas con pedagogía y poder personalizar sus clases a través de la creación de ejercicios diferenciados según los intereses y estilos de aprendizaje de sus alumnos. Quizá esto último sea lo más complicado de lograr en las instituciones educativas, pero es uno de los métodos que pueden implementar los profesores de matemáticas particulares debido al carácter personalizado que tienen este tipo de clases.
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