Hoy día cuando pensamos en salas de clases imaginamos habitaciones con mesas espaciosas, sillas ergonómicas, con pizarras electrónicas, computadoras, proyectores, etc. Pero, ¿has pensando en cómo eran las salas de clases en el pasado? Su evolución ha sido enorme y con el paso de los años han conseguido un avance importante que sin duda ha facilitado el estudio.
Contar con un espacio apropiado para la enseñanza es clave para el desarrollo de habilidades y conocimientos de los estudiantes. En el pasado no existían las facilidades con las que muchos cuentan ahora.
Si quieres conocer cómo eran las salas de clases a comienzos del siglo XX, te lo contamos a continuación.
● Aulas comunitarias
Las clases con profesores particulares estaban reservadas para quienes tenían un mejor estatus social. Los niños de clase media asistían a clases en aulas comunitarias. Tanto en el siglo XIX como a principios del XX, las salas de clases solían ser únicas, por lo que había en ellas niños de diferentes edades. El profesor daba clase a todos a la vez, aunque los más pequeños se sentaban adelante y los más grandes en la parte de atrás.
● Material escolar escaso y hecho en casa
A comienzos del siglo XX no había mucho material escolar. El mejor instrumento para escribir era una losa de pizarra y una tiza. Con el paso de los años, este fue cambiando y se introdujeron plumas y tinteros; mucho después llegaron los lápices y bolígrafos. Por tanto, escribir no era tan fácil, así que no existían largos dictados. Para nada parecidos con material escolar moderno que muchos utilizan, como computadorasy tablets, por ejemplo.
● No había atención individualizada
El concepto de enseñanza en las salas de clases también era diferente. Dado que en esas salas solía haber muchos alumnos, los maestros más que enfocarse en la enseñanza, desempeñaban más un trabajo de cuido. Los alumnos aprendían lo más básico: a leer y a escribir. Hoy día es diferente, ya que los profesores que son asignados para dedicarse a grupos de estudiantes según sus necesidades y en el caso de los profesores particulares se da una atención aún más individualizada.
Otras diferencias entre la escuela del pasado y la de ahora
A finales del siglo XIX y principios del XX, el año escolar tenía una menor duración, siendo de unos 132 días. Hoy día este tiempo se ha ampliado a 180 días o más en algunos países. El horario también era diferente, aunque en la actualidad este aspecto varía mucho dependiendo del país. En muchos casos en el pasado los niños solían pasar mucho menos tiempo en la escuela ya que sus padres los requerían para ayudar en las labores del campo o del hogar.
Como has visto, las salas de clases y todo lo relacionado con la enseñanza ha cambiado mucho desde los inicios del siglo XX hasta la actualidad. Y esta evolución ha sido, en parte, gracias al esfuerzo de profesores, padres de familia, alumnos y autoridades educativas.
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