La caligrafía es uno de esos rasgos que nos hacen únicos frente a los demás. Lamentablemente, puede no ser tan bonita, legible u ordenada como quisiéramos. La “mala letra” es algo muy común que puedes arrastrar incluso hasta la universidad. Para remediarlo, las clases de lenguaje son la mejor alternativa; sin embargo, para empezar a mejorar te ayudarán estos consejos prácticos.
Pasos para mejorar la letra
Nadie quiere que el maestro o profesor lo señale por tener una caligrafía que no se entiende. Además de sentir pena por las quejas a tus padres, esto suele causar ansiedad, inseguridad y baja del rendimiento escolar. Si quieres que tus ideas no sean un misterio para quien las corrige, toma nota de estos pasos.
Usa las líneas guía
Los cuadernos o libretas cuentan con renglones que pueden ayudarte con la proporción de tu letra. Una regla sencilla es que las minúsculas deberían tener la mitad del tamaño que las mayúsculas. Con las últimas, te recomendamos que ocupes todo el espacio entre líneas, desde la parte superior hasta la inferior.
Este ejercicio también funciona para enderezar la caligrafía al no tratar de inclinar lo que escribas hacia un lado u otro. Si no dispones de renglones puedes hacerlos con regla y lápiz.
Intenta escribir más lento
Si el profesor te ha comentado que tu letra no se entiende y tienes la tendencia a borrar de más, necesitas bajar el ritmo. Como en otras áreas de la vida diaria, estar acelerado dificulta controlar lo que haces y provoca que te equivoques más.
Escribir más despacio puede ayudarte a concentrarte en lo que quieres expresar y solucionar este pequeño problema. Intenta no desesperarte para que salga perfecta ni mucho menos borrar tan fuerte que rompas la hoja sin querer.
Trata de relajar tu cuerpo
La percepción de una letra torcida o difícil de leer suele causar mucha tensión al momento de escribir. Para estar un poco más relajado antes de hacer tus tareas puedes hacer una pequeña rutina previa:
- Abre y cierra los puños
- Junta y separa las manos
- Golpea de forma suave una superficie con los nudillos
- Teclea los dedos en la mesa; primero una mano y luego la otra
- Pon las manos sobre una superficie y después intenta separar los dedos
- Cierra el puño y luego saca los dedos uno por uno (empieza por el meñique)
Procura no apretar demasiado
Si a menudo agarras el lápiz tan fuerte para escribir que atraviesas la hoja, tienes un problema de presión. Cuando aprietas mucho se complica hacer líneas suaves para una caligrafía más legible. Nuestro consejo es que te relajes un poco, lo tomes con calma y pienses en un movimiento más fluido con menos presión. Esto también te ayudará para el consejo anterior.
Revisa tu técnica de agarre
Por muy trivial que parezca, es posible que tu forma de agarrar el lápiz tenga mucho que ver con la calidad de tu caligrafía. La técnica correcta consiste en dejar que el lápiz se apoye cerca de la base del dedo pulgar. Para mayor firmeza utiliza los dedos índice y medio.
Estos son algunos consejos y pasos sencillos de seguir para mejorar poco a poco la técnica al momento de escribir. Una caligrafía adecuada es muy importante, por ello no debes descuidar esta habilidad y si enfrentas problemas la solución podrían ser unas clases de lenguaje. Nuestros tutores planifican sus clases para que sean dinámicas y entretenidas. De esta manera se busca complementar el currículo con motivación y eficiencia. Agenda tu consultoría sin costo.